Nom/Cognom Manolo Molés Usó
Data de naixement Dimarts 2 d’abril de 1940
Títol  Manolo Molés, periodista
Temàtiques comerç, taronja, treball, segregació, home
Data i lloc de l’entrevista  Dimarts 14 de febrer de 2023, casa de l’entrevistat a Madrid
Equip entrevistador  Etnopèdia (Laura Yustas, Nelo Vilar).

Amb la col·laboració inestimable de María Macías García i Batiste Balaguer.

Enllaç  https://youtu.be/vv5NxpcpJRM
Extracte  https://youtu.be/jR9pI4FwK20
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En esta ocasió lesAlqueriespèdia es va desplaçar a Madrid per entrevistar a Manolo Molés Usó, un dels grans del periodisme espanyol en general i del periodisme taurí en particular. Sobre la seua talla professional es pot llegir ací mateix la seua impressionant trajectòria en els principals mitjans escrits i audiovisuals en espanyol, i la cantera de periodistes d’altíssim nivell de què forma part, fins al punt de ser un dels innovadors en els formats audiovisuals. Nosaltres hem comprovat a més la seua talla com a persona, i tant d’ell com de la seua dona, María Macías, només podem tindre bones paraules: ens van acollir amb una amabilitat que no podem deixar d’agrair-los.

Durant la fase de preparació d’esta entrevista vam llegir la major part de textos escrits sobre el nostre periodista i el vam sentir en nombroses entrevistes; bona part d’este material és accessible en Internet. Per la nostra part, el vam sotmetre a un exercici de memòria en què ens va contar tot allò referit al seu poble: la seua infància en el si d’una família d’exportadors de taronja, o el seu paper en el procés de Segregació de les Alqueries, un tema poc conegut que cal sumar al de tota la gent que va estar prop d’una dècada treballant pel reconeixement com a municipi del seu poble. De moltes coses vam parlar: també de periodisme, una passió que manté viva.

Sense cap dubte, esta entrevista havia d’estar a l’arxiu de lesAlqueriespèdia, entre la gent del seu poble.

Sinopsi

Manolo Molés Usó (1940) ens desgrana la seua història de vida des de la seua infància a les Alqueries, en el si d’una família d’exportadors de taronja acabalats, parant especial atenció al seu poble, a la seua família i al procés de Segregació.

Transcripció

Tú eres Hijo Predilecto de les Alqueries, tienes una calle en les Alqueries, Hijo Adoptivo de Castilla – La Mancha, Hijo Honorífico de Castellón, Medalla de Oro de las Bellas Artes —el primer “taurino”, digamos, que lo fue—… tus méritos son infinitos…

Lo que pasa es que lo que no sale tonto de mi tierra sale bien. Y la verdad es que… yo he tenido ventaja, he tenido ventaja porque tuve que aprender a leer y a hablar con muy poco tiempo. A los cinco años ya me sabía toda la historia de Grecia y de Roma, que era lo que le interesaba al abuelo. El abuelo era el exportador de naranjas más importante de la zona, pero no sabía leer, o muy poquito, sabría firmar pero no sabría… Y entonces el abuelo tenía que tener en Alquerías y luego en Sagunto, en Valencia, en sitios que tenían… en lugares para mandar mandarinas a Alemania, a Francia, a todos los sitios. Entonces el abuelo, la imagen del abuelo es en la… en cualquier sitio importante en aquel momento, sentado él en la cabecera, que era el que pagaba porque era el más importante y el que más dinero tenía, y tenía tres exportadores a este lado y tres exportadores al otro lado. Y comían y bebían, se contaban sus cosas y tal, y cuando llegaba la hora del postre, una silla y un muñeco que era yo [risses], puesto encima allí, que ya había aprendido a leer y a escribir porque el abuelo lo que quería saber era historia de Roma y de Grecia.

Manolo Molés sobre una cadira al costat del seu avi, rodejats d’exportadors d’altres localitats. És una escena que es va repetir tots els dies entre els cinc anys i els tretze o catorze.

Y entonces bueno, pues yo empiezo a ir a los curas, me llevaban por las mañanas un rato a los salesianos de Burriana, y bueno, pues aprendía a leer y a escribir y me empapé de la historia de Grecia y de la historia de Roma. Contaba un cachito cada día, porque de ahí no… aquello era diario, eran… bueno, desde los cinco años empecé a contar historias, pero es que un año antes ya un empleado del abuelo o de mi padre me llevaba al colegio para que ya me enseñaran a hablar y a conocer la cosa. Total que fue muy divertido, conocí toda la provincia. Cobraba [risses]: al final de contarles la historia no pasaba yo la cosa, pero todos… el abuelo bajo mano decía “molt bé” y me daba un dinero importante, y los otros hombres, que eran tres y tres seis pues… claro, como era importante que fueran amigos del abuelo, pues al niño venían “toma, para que te compres no sé qué, para que te compres unas chucherías”. Yo lo que quería era un coche a esas alturas. Me lo pasé muy bien, y fue muy bonito y conocí toda la provincia nuestra y la verdad es que aprendí cosas, y aprendí a pelear, a luchar, a vivir, a saber cómo era el mundo, cómo era la gente, que había que trabajar para funcionar, ¿no? Bueno, luego llega un momento que tengo que hacer la mili de repente, me había olvidado de la mili, pero me llaman y estoy un rato allí. Afortunadamente ya era medio conocidito dentro de ese mundo, y bueno, pues la verdad es que estuve muy poco tiempo, arriba de Valencia, una montaña era, que había allí una… en Bétera sería, un lugar allí, no me acuerdo cómo se llamaba, un sitio donde estuve tres meses allí. Tres meses, y además fue… hombre, era triste en un principio porque estabas allí arriba en la montaña y eso, bueno, digo ¿qué hay que hacer? Y tengo la foto por ahí, me hacen lo más… Alférez no, cabo o no sé qué, algo, pero me ponen al frente de doce chavales, todos ellos de… también parte de ellos analfabetos en esa época, y bueno, aquello para qué sirvió, para dos cosas… para tres cosas: para que aprendieran todos a leer y a escribir y eso; que aprendieran a conducir, porque teníamos un camión para ir al lugar donde teníamos que disparar con la ametralladora, y todos aprendieron también a conducir. Por tanto pues la verdad que fue bonito. Aquello duró mientras llegó la primavera y aparecieron ya las flores del nuevo año, y luego tuve que pasar a Castellón, porque unos y otros entendían que tenía que trabajar [5 min.] y que estaba en Madrid y no sé qué. Pero fue bonito porque el tiempo ése de la mili sirvió para hacer amigos que todavía me los encuentro por algunos sitios y dicen: “yo soy uno de los que usted me enseñó a conducir el camión”. Todos conducían el camión, y se lo pasaron bien, ¿no? Y eso fue una experiencia importante. A partir de ahí qué hago: le digo al abuelo que gracias pero que ya ha cambiado todo, y entonces hay ahí tres, cuatro años, vivo mucho en la tierra, siento que es mi pueblo y es mi vida y eso está muy agarrado. Mi madre vive, mi padre murió… Mi padre murió, fíjate, poco después, de la alegría que le dio el que… hicieron ellos una fiesta en el centro del pueblo, y habíamos conseguido ya que fuera pueblo, y allí el padre pues estaba orgulloso de su hijo, y fíjate que el padre murió en un momento de emoción, abrazado a mí en la fiesta de eso, falleció. De felicidad, de decir: “bueno, se ha conseguido lo que queríamos, no ha sido en vano”. Y bueno, pues era un hombre muy trabajador pero que en el fondo pues muy sentimental, ¿no? Y afortunadamente la madre siguió con mucha fuerza, y ya llega el momento de separarme de todo y de empezar a trabajar. Me paso dos años, tres años por Francia viendo, conociendo cosas, y luego ya empiezo en la radio. A los veinte años en la radio aceptaba todo. Aceptaba todo… hay un librito ahí divertidísimo… déjamelo… que viene a explicar todo lo que era, porque después trabajo en muchos sitios y empiezo a tener cartel y a funcionar, pero hay una petición a un… Mira, algo que guardo, que llego a Madrid y bueno, no conozco a nadie. Una mujer, una chica, la primera que me dio trabajo, pero es curioso: yo quería hacer cosas también de toros, ¿no?, porque me gustaban, y tenía una pequeña tarjeta y entonces vivía Vicente Zabala de la Serna, que era el padre de Vicente Zabala de ahora, que tenía mucho privilegio y tenía capacidad como para dar trabajo, y le mando una cartita como “Manuel Molés Usó”, y le pongo: “Vicente, soy el muchacho con el que hablaste el sábado para hacer la sección de entrevistas que me pediste en un principio”. O sea, esta es la primera petición de trabajo” [risas]. Es lo primero que llego aquí… No pido nada grande, pido trabajo nada más.

Claro, porque tú como periodista hacías de todo, todo tipo de…

No, yo en principio, o sea, aprendí lo que aprendí, me leí todos los libros del mundo y me pasé tres años viajando por Francia y por ahí, oxigenándome porque venía de un no parar desde los cinco años. Desde los cinco años hasta los catorce no parar, ya iba a Villarreal… bueno a Villarreal no, a Castellón iba a estudiar y eso, pero era tremendo, estaba todos los días, todos los días, porque además el abuelo tenía almacenes en toda la provincia, y en el sur.

¡Ah, aquí tenemos toda la historia, madre mía [risses]! Fiesta Española, que era un semanario, veinticinco años; en Aplausos, un semanario, cuarenta y cinco años; en El Ruedo y otros, doce años; en Revista de toros de RTVE, catorce años; en el Diario Pueblo, veinte años; en Diario 16, ocho años; en La Ser, la radio de PRISA, cincuenta años; en el Ministerio… ah, bueno, de repente terminó Pueblo y a la gente le dieron un dinero [10 min.] porque cerraban aquello. Yo estaba trabajando por ahí y no llegué a tiempo, y entonces como no cobré me mandan al Ministerio del Interior de jefe de prensa cinco años que es lo que tenía que haber cobrado, o sea que es divertidísimo. Luego estuve en Canal+ Toros veintinueve años, en el Caracol Colombia treinta, en Ecuador en la televisión seis años, en Castilla – La Mancha uno, en Colombia veintinueve años, Tauro-Cast uno, y tertulias en ferias y emisoras dos mil y pico. Y aquí está la sección de todos… toda la gente…

María Macías.- Esto es de Diario Pueblo concretamente.

Manolo Molés.- Esto es del Diario Pueblo, ¿eh?

¡Madre mía! Bueno, aquí están todos los grandísimos…

Batiste Balaguer.- Tú conociste a Mariví Romero…

Manolo Molés.- Trabajó conmigo, Mariví. Su padre me la enchufó.

Batiste Balaguer.- Emilio Romero era director de Diario Pueblo. Yo tengo fotos que me diste tú en las que estás tú y Mariví Romero.

Manolo Molés y Mariví Romero (davant a la dreta), rodejats de festeres de les Alqueries, membres de la Coordinadora de la Segregació i altres en les festes del poble de 1979. En aquell moment els dos periodistes eren molt populars pel programa de RTVE “Tarde de Toros”, del que eren guionistes i presentadors. Es va emetre entre 1973 i 1983. Reconeixem també a Pepe Bodí (darrere a l’esquerra) i a Carlos Font de Mora, el practicant (darrere, amb els ulls tancats). Estan a l’escenari de la Caixa Rural.

Si te parece volvemos un poquito atrás, volvemos otra vez a les Alqueries. Tu abuelo era de les Alqueries.

Sí, mi abuelo era de les Alqueries y mis padres eran de Alqueries, y yo soy de Alqueries, o sea… y además, bueno, yo siempre me he sentido orgulloso porque además es una tierra que peleó por ser libre, se consiguió al final, pero con una gente muy trabajadora. O sea, yo creo que si aprendí a trabajar, si ves mi currículum hay barbaridades de trabajo. No me pesaban nada porque aprendí de la gente del campo a trabajar. La gente se pasaba horas y horas y horas y trabajaban y no pesaba nada, ¿no? Y yo aprendía a eso, a no ser rápido y hacer unas cosas en mínimas sino llegar hasta el final de todo. Y bueno, pues la verdad que en eso soy muy de Castellón, muy de la tierra y sobre todo muy de Alqueries.

Tu familia tenía apodos.

Sí, el “Basero”, porque el abuelo tenía balsas de aceite.

¡Ah, es por eso!

Sí, el abuelo tenía, entre muchas otras cosas, antes de ser exportador de naranjas tenía balsas de aceite. Por eso llamaban al abuelo “Basero”, de “bassero” de “balsa”. No lo conocía, no llegué a conocerlo porque a mí me lo contó mi madre o el abuelo me lo contó, pero eso pasó antes de que fuera exportador de naranjas. Eso fue lo siguiente. Y ahí es donde…

María Macías.- Te llamaban “el Niño de…”.

Manolo Molés.- Ah, no, a mí me llamaban “Manolito el de l’Oli”, porque era el niño del abuelo, que el abuelo era Manuel “del Aceite”, “de l’Oli”, y a mí me llamaban “este es el hijo de…”.

El hábitat en les Alqueries eran las alquerías, no sé dónde vivíais vuestra familia…

Pues vivíamos en una casa muy bonita, la casa del abuelo era aparentemente una casa normal pero buena [en la actual calle Periodista Manolo Molés]. La casa de mi madre era apegada a eso y tenía jardín, tenía azulejos preciosos, tenía una doble altura… Muy bonito. En la parte de atrás la casa de la madre tenía una explanada en la que había melones colgados de ahí… Muchas cosas, ¿no? Y luego la finca de la madre y del abuelo, la finca tenía… era muy grande, y había un almacén, que era una de los pequeños almacenes de naranja que tenía la familia, porque enfrente era más grande lo que había, y luego una finca muy grande en la que había de todo tipo de frutas, de todo tipo de cosa: una parte de mi madre que era todo de rosales, que era una preciosidad, y yo recuerdo siempre otra parte de la finca, que era muy alta y muy larga, en la que había todo tipo de frutales, todo tipo de frutales, o sea, de principio hasta el final. Y bueno, pues eso era ahí, y luego pues al final me acuerdo mucho de… no sé por qué, algo que ahora es muy de moda también en Madrid: de los boniatos. Una finca llena de boniatos, que también tenía mucha importancia [15 min.]. Y una hilera de árboles frutales de todas las posibilidades. O sea que la casa era una preciosidad, y bueno, el abuelo, que era el rico, apenas se podía mover, iba con dos bastones, era un hombre fuerte, un hombre grande, siempre con la blusa negra de la gente de la tierra, y yo era su apoyo y el que le llevaba porque el hombre, siendo tan grande tenía problemas para andar. Y yo me lo pasaba bien porque como el abuelo estaba contento me regalaba de todo: unas escopetas pequeñitas para matar pájaros… de todo. Que me salió bien el… que les entretenía a ellos. No, aprendí cosas, aprendí a contar cosas, aprendí a leer, aprendí a que el periodismo era mi vida, y aprendí que este oficio no tiene finales ni tiene alegrías más que las que tú te consigas, y que te den las gracias la gente que lo necesita. La verdad que es una suerte haber pasado de ser periodista del abuelo a hacer de periodista que, bueno, que siente la profesión.

Desde luego tú hablas mucho de periodismo.

Sí, porque el periodismo es la vida, es la comunicación. Es que el periodismo hace que tenga importancia lo que podamos hablar, lo que podamos hacer. Sobre todo porque tú aprendes todo en el periodismo, aprendes lo que debes hacer y lo que no debes hacer, ¿no? Y hay mucha gente que lo ha hecho. Tengo fotos por ahí con la esposa del rey actual [Leticia Ortiz], compañera del periodismo y además mujer que se metió en tiempos de guerra, complicadas, y luchadora y fenomenal. Creo que el periodismo activo tiene mucha emoción y tiene mucha verdad, y te sientes tú, y consigues cosas importantes que es bueno para los demás también, o sea que… El amor mío a esa barbaridad de sitios en los que he trabajado tiene que ver con mi amor al periodismo, si no no hubiera sido nada. A eso tienes que añadirle que el periodismo me permite conocer los lugares más importantes de América también, y trabajar en Colombia durante muchísimo tiempo. La verdad que el periodismo bien tratado es vida. Y lo que además sucede, como tiene tanto encanto, todo aquello que has vivido al final forma parte de tu vida y te gusta, y eres feliz. O sea, yo no podría ser nunca un enemigo de Alquerías, jamás, porque lo viví, lo sentí y crecí; yo no podría ser nunca enemigo de alguien que escriba con decencia, o que trabaje o que… Y aprendes, ¿no?, con la vida a hacer las cosas como se deben hacer más o menos. Y sobre todo lo fundamental es hacer algo importante. Y es trabajar, trabajar bien.

Tú no te rindes, tú sigues trabajando a tope.

Yo es que a la gente de mi tierra la vi trabajar mucho en el campo. Yo me acuerdo que en el Secano iba con mi padre y la gente en los naranjos iba con una azada e iban en hileras pum y pum y pum, los hombres trabajando para que después saliera todo bien para regar aquello, para que las mandarinas y las naranjas fueran buenísimas y eso. Y ahí se aprenden muchas cosas, se aprende por qué unos trabajan y otros son los dueños, pero ver o sea que eso tiene sentido, y todo eso es fundamental. Por eso digo que me hizo muy fácil el poder trabajar después. Eso era muy fácil. Y lo que yo le pedía a la gente es que me dieran trabajo, y a partir de ahí me apañaba. Y por eso el historial afortunadamente es una brutalidad. De felicidad, ¿eh?, y de felicidad, porque no he sufrido en ningún momento de decir: “qué coñazo es esto”; no es un coñazo, porque además es algo que te da mucha vida. Y el amor al pueblo pues no lo he perdido nunca. ¿Por qué? Porque allí he crecido [20 min.], allí he sentido, allí he aprendido, allí he visto pasar al toro por delante de casa todos los días, y eso también pasó el amor al toro. Entre otras muchas cosas, para mucha gente soy el periodista taurino, también. Pero no saben que el toro era mi amigo desde que tenía yo dos años. O sea, no lo saben, y me resultó mucho más fácil también estar allí, ¿no? Yo creo que el periodismo tiene algo mágico, y es que te permite conocer y ser feliz en muchos temas.

(…) Sant Antoni es una montaña en la que está arriba eso, y allí es donde… y ahí arriba es donde el abuelo les daba algo a los… a los guardas, los guardas rurales. A los guardas les hacía subir arriba al Llam [se refiere a una finca de su abuelo], había una iglesia o algo así allí arriba, una ermita. Y entonces subían allí arriba, mi abuelo les daría lo que tenía que darles y se montaba allí una fiesta de… la policía, los niños, y hacían la fiesta allí arriba. Esa época la he vivido de pequeño, lo gracioso es que tengo fotos ahí de pequeño con la escopeta, un muñeco con la escopeta, con la policía ahí al lado y pegando tiros por ahí. El espectáculo es tremendo, lo tenemos ahí, ¿no, cariño?

Sí, las hemos visto ya.

¿Las habéis visto? Pues esas son las sensaciones primeras. Luego fue muy importante el conseguir con gente amiga y con políticos amigos y con el padre, conseguir la liberación de Alquerías. Eso es un momento mágico que a mí me hizo muy feliz y que a mi padre le hizo llorar. Yo vi llorar a mi padre, cuando se consiguió todo eso pues la gente… Siempre el padre es un personaje duro, un personaje fuerte, y bueno, que su hijo hubiera conseguido la separación de… y que se hubiese convertido en pueblo aquello, pues me acuerdo de su abrazo y de sus lágrimas, ¿no?, que forman parte de la historia de allí. Y bueno, pues la verdad es que se consiguió algo que tenía sentido, porque yo oía siempre a ellos que decían “pues hay que ir a Villarreal pa no sé qué no sé cuántos”, “a Villarreal pa no sé qué…”, no existía Alquerías. No existía como lugar donde poder solucionar las cosas, ¿no? Y entonces, bueno, pues la verdad es que fue muy bonito, se hicieron fiestas después de todo eso y acontecimientos. Y la verdad es que me alegra muchísimo que la ciudad o el pueblo en el que naces y por el que has peleado, al final lo disfruten otros. Que lo disfruten otros y que… porque en el fondo no… la felicidad es por el pueblo. “Yo es que fulano tal…”: me da igual. Lo que hiciste es algo bello desde el principio, te enamoraste de ese pueblo que hacía la fiesta del padre, no sé qué y después lo ves… Fuimos las últimas veces y estaba aquello más pelao… había allí menos movimiento, y sin embargo fue otra de las cosas que fueron importantes en mi juventud primera.

Tú me contaste que influiste digamos sobre Juan José Izarra del Corral, que era amigo tuyo…

No, claro, sería muy feo contarlo pero es que es la verdad. Izarra del Corral es muy amigo mío. Izarra del Corral está aquí de jefe [gobernador civil] de Castellón y después pasa a Madrid, y seguimos la amistad. Y desde Madrid él dice “no te preocupes, Manolo, lo arreglo todo”. Izarra del Corral era… ahora cada uno contará lo que quiera, pero fue Izarra del Corral el que hizo todo con otra gente de… Algunos nombres tengo más de Castellón que también apoyaron… lo tengo por ahí en algún sitio… Hubo gente que apoyó. Esto te lo leo para ti:

Yo estaba trabajando periodismo en Madrid. Me lo cuentan y empiezo a moverme. En Madrid me dicen, gente amiga y con conocimiento, que Juan José Izarra del Corral, gobernador civil de Castellón era un personaje importante con el que se podría hablar. Llego, hablo con él, [25 min.] nació una muy buena amistad entre los dos, en el tiempo que estuvo aquí. Y después de este trabajo en que llegó a ser un Pueblo, lo apoyó Juan Lerma de Valencia, también entró ahí —yo a todos estos los conozco por lo que me dijo él—. También apoyó Martín Villa desde Madrid. Fui con él a ver a Martín Villa, el ministro de Interior en aquel momento, que también apoyó la Segregación. La clave fue Juan José Izarra del Corral, que fue Gobernador Civil de Castellón, secretario del Ministerio de Interior y otros cargos en Madrid como gran profesional. Él fue un hombre que ayudó muchísimo, muchísimo para que el pueblo, decía siempre, no tuviera dependencia de Villarreal, sino que fuera un pueblo libre. Y bueno, creo que así fue, ¿no? En 1985 lo logramos y Alquerías ya no dependía de Villarreal. Y bueno, pues esa es la historia.

Y ésta es…

¡Oh, caramba!

María Macías.- Por la Segregación.

“Hijo predilecto por su carrera profesional, su implicación en el proceso de segregación y su valiosa colaboración en todo lo referente a este municipio.”

Ahí podrá decir cada uno lo que quiera, el que se la jugó fui yo [risses]. El que se la jugó porque te podían mandar a la mierda, pero esto…

Me lo curré, porque lamentablemente en aquel momento no había gente preparada para ir a donde tuve que ir, y al final fueron tres políticos que entraron y lo vieron claro y lo vieron bien.

…Y al final pone: “por el Secretario”… firma el secretario y firma la alcaldesa. “Don Manuel Molés Usó, se le otorga el título de Hijo Predilecto por su carrera profesional, su implicación en el proceso de segregación y su valiosa colaboración en todo lo referente a este municipio. Alquerías del Niño Perdido, tal, tal y tal”. Es que… la grandeza de todo esto es que si no tuviera nada que ver con todo eso sería más divertido lo que te cuento, ¿no?, pero ahí hay parte de mi corazón en eso. Ahí hay parte de mi corazón, de mi trabajo… y de mis cojones. Porque no es nada apetecible el pedir cosas, pero lo entendieron todos, y la verdad es que toda esa gente lo entendieron y chapó por ellos. Chapó. Porque podían argumentar “no, porque eso es muy complicado…”. Ninguno. Lo entendieron. Creo que fue el de Castellón, lo entendió perfectamente.

Y después el día 6, después de que el día 24 concedieron la Segregación, el día 6 estuviste tú presentando el acto con Juan José Izarra del Corral, con Joan Lerma, etc.

Sí, allí fuimos felices todo el mundo. Y ahí vinieron todos los políticos, vine yo, vino la gente, y la felicidad de una pelea tan larga, tan justa además como es ésa, yo creo que fue el premio que nos llevamos todos. Fue el gran premio de todos. En el patio de la escuela. Y a partir de ahí verlo crecer y ver lo que me has contado: que es un pueblo que ha cambiado mucho y eso.

Sabemos que en tiempos de guerra se incautaron fincas grandes, de gente con dinero; no sé si tú de tu familia sabes alguna cosa que pasó.

No, fíjate. No, yo soy… ya cuando nazco y tengo un poco de sentido cada uno está en su sitio, pero no llegué a conocer eso.

Por si habías oído comentar…

Pero vamos a ver, antes que yo tengo un hermano que en esos tiempos que serían complicados mis padres cogen una casa en la plaza. Al lado del Sport Ciclista, una casa. En tiempo de guerra, tiempo de bombardeos, y muere un hijo que se llama Manuel Molés, como yo. Y está puesto en el cementerio. En el cementerio de Alqueries, [30 min.] está allí y pone todavía su nombre. Esto va por delante, no hay problema, ¿no? Y yo cuando nazco no había ningún problema, ninguna dificultad. Sí es verdad que eran tiempos en que mucha gente vivía mal. Yo me acuerdo de la gente, de los chavalines que venían a la casa de mis padres a comer porque no… Hacíamos por la tarde… había una merienda, y pasaba el de los helados y también se cogían helados para que… el mantecaero. Y había un almacén dentro de la casa de al lado, pero dentro de lo que es el entorno de la casa, y otra en la parte de fuera. Y entonces los hijos de los trabajadores nos juntábamos a merendar, y hay fotos ahí, hay fotos. Tenemos fotos en las que parecemos todos muy pobres, pero que es la España auténtica. De ahí sale todo el boniato. De ahí sale el boniato, porque es la época del boniato. Y ahora el boniato es un lujo, y vamos aquí y en todos los sitios y el boniato es un lujo en todos los sitios. Bueno, pues por el boniato se salvó la gente en esa época, sin el boniato palmamos.

A mí me cambió la vida una bicicleta. El abuelo y mi padre trabajaban en la naranja, y sobre todo en ese momento debió de ser mi padre y mi madre porque vienen de Alemania… llegaron dos tipos, un alemán rubio, gente de dinero, y se quedaron en la casa nuestra, la mía, pegada a la del abuelo, y en la casa grande durmieron el matrimonio. Y entre los regalos que trajeron fue una bicicleta que tenía cambios, luces… bueno, era la leche. Y con esa bicicleta es el examen que yo apruebo de periodista en Madrid. En el trabajo hablo de mi bicicleta, y lo que hicimos con la bicicleta, los viajes que hacíamos, lo que conocimos, lo que no sé qué, y con eso, que están por ahí, son tres folios, entonces obligaron a hacer una historia larga, y ahí, con esa bicicleta es con la que apruebo los exámenes de periodismo y entro en esto. Y en verdad es un socio de ellos de la naranja que venía de allí y venían con su coche y la bici, y la bicicleta era para mí, y la verdad que me lo pasé en grande. Y fue mi amiga durante todo el tiempo que estaba allí, ¿no?

María Macías.- Y la llamabas el caballo…

Manolo Molés.- El Caballo Blanco. Tenía cambio de marchas y de todo, era una… no existía, no existía, y entonces me conocí todos los pueblos de la montaña de Castellón. Ahí ya estaba cabreado de tanto estar contando cuentos ahí con el abuelo, me pilla en esa época ya de los quince… Y entonces ahí me iba a Castellón o a los pueblos que no conocía todavía, y ésa es mi amiga que es la que me lleva, la bicicleta. Y entonces está ahí el texto, el examen para periodismo está dedicado a mi bicicleta.

Bueno, pues yo pienso que no os molestamos más, has contado cosas muy divertidas, muy bonitas…

Tú sabrás.

Y ahora esto lo montamos un poco…

Arréglalo un poco porque hemos estado hablando como amigos, no como…

Sí, era un poco la idea, es un poco como lo solemos hacer. De todas formas, esto de hablar como amigos lo hemos aprendido un poco de ti, porque…

Sí, eso es así, luego si hay que hacer una cosa muy en serio y muy de eso, toca una corrida de toros tiene momentos de no aburrir a nadie, ¿no?

*

Galeria

La vida de Manolo Molés està recollida en centenars de fotos que donen fe de la seua trajectòria, compartides amb l’elit de la vida social i cultural espanyola durant dècades de carrera. Ací hem recollit una representació curta per il·lustrar breument algunes fites representatives.

El pares de Manolo Molés en la seua boda: Manolo Molés Molés i Cinta Usó, filla de Manuel Usó, “el Bassero”, i germana d’un altre Manuel Usó, igualment comerciant local. La xiqueta que portava la cua de la nóvia era una germaneta d’Eloísa Molés García, de qui vam publicar una preciosa col·lecció fotogràfica (esta foto ja es va reproduir allí). La foto serà de la primera meitat dels anys 30.

***

Marca de taronges per al comerç de Manuel Molés Molés, pare de Manolo Molés Usó. En la imatge Cinta Molés, dona del primer i mare del segon, que dóna nom a la marca. El marc amb decoració floral és de Batiste Balaguer.

***

La efígie de Manolo impresa en una marca de taronges: “Manolito”. L’exportador és son pare: Manuel Molés.

***

Viatges de família: són els pares de Manolo Molés (Manolo i Cinta) i Andrea (amb el cabell blanc), la dona que treballava a casa dels avis i a qui tenien com a part de la família.

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Medalla de l’Ajuntament de les Alqueries, per la concessió del títol de Fill Predilecte (2006).

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Medalla al Mérito en las Bellas Artes (2007).

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Nom/Cognom Manolo Molés Usó
Data de naixement Dimarts 2 d’abril de 1940
Títol  Manolo Molés, periodista
Temàtiques comerç, taronja, treball, segregació, home
Data i lloc de l’entrevista  Dimarts 14 de febrer de 2023, casa de l’entrevistat a Madrid
Equip entrevistador  Etnopèdia (Laura Yustas, Nelo Vilar).

Amb la col·laboració inestimable de María Macías García i Batiste Balaguer.

Enllaç  https://youtu.be/vv5NxpcpJRM
Extracte  https://youtu.be/jR9pI4FwK20
PDF

Galeria

La vida de Manolo Molés està recollida en centenars de fotos que donen fe de la seua trajectòria, compartides amb l’elit de la vida social i cultural espanyola durant dècades de carrera. Ací hem recollit una representació curta per il·lustrar breument algunes fites representatives. També incloem dos documents que donen fe de la importància de la seua figura en el periodisme en espanyol: la seua impressionant “Història laboral” i un text sobre Diario Pueblo que el posa en el context de la seua generació, entre moltes altres figures del periodisme.

El pares de Manolo Molés en la seua boda: Manolo Molés Molés i Cinta Usó, filla de Manuel Usó, “el Bassero”, i germana d’un altre Manuel Usó, igualment comerciant local. La xiqueta que portava la cua de la nóvia era una germaneta d’Eloísa Molés García, de qui vam publicar una preciosa col·lecció fotogràfica (esta foto ja es va reproduir allí). La foto serà de la primera meitat dels anys 30.

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Marca de taronges per al comerç de Manuel Molés Molés, pare de Manolo Molés Usó. En la imatge Cinta Molés, dona del primer i mare del segon, que dóna nom a la marca. El marc amb decoració floral és de Batiste Balaguer.

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La efígie de Manolo impresa en una marca de taronges: “Manolito”. L’exportador és son pare: Manuel Molés.

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Viatges de família: són els pares de Manolo Molés (Manolo i Cinta) i Andrea (amb el cabell blanc), la dona que treballava a casa dels avis i a qui tenien com a part de la família.

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Medalla de l’Ajuntament de les Alqueries, per la concessió del títol de Fill Predilecte (2006).

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Medalla al Mérito en las Bellas Artes (2007).

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Diario Pueblo

Trabajaron periodistas como José María García, José Luis Navas, Gonzalo de Bethencourt y Carvajal, Raúl Cancio, Arturo Pérez-Reverte, Forges, Rosa Montero, Antonio D. Olano, Rosa Villacastín, José María Carrascal, Manuel Cruz que fue su penúltimo director, Jesús Hermida, Manuel Marlasca, Raúl del Pozo, Vicente Talón Ortiz, Yale, Javier Reverte, Javier de Montini, Tico Medina, Germán Lopezarias, Mery Carvajal, Carmen Rigalt, Manuel Molés, José Antonio Plaza, Jesús María Amilibia, José Luis Balbín, Juan Luis Cebrián, Felipe Mellizo o Vicente Romero, entre otros. Se dice que en el diario no importaba la ideología política, sino saber escribir bien y estar dispuesto a realizar jornadas muy intensas de trabajo. De hecho, a diferencia de otros periódicos que se limitaban a informar “objetivamente”, el diario PUEBLO contenía bastantes artículos de opinión, siendo así un precedente de las actuales publicaciones. La contraportada o página segunda, la sección llamada “Página D”, estaba dedicada exclusivamente a dichos artículos de opinión. Incluso se introdujo una sección de “cartas de los lectores”.

Con la llegada de la Transición, el diario empezó una lenta y progresiva etapa de decadencia, pues el sindicalismo franquista desapareció y ya no había recursos para mantenerlo ni editorial interesada en su adquisición, lo que hubiese permitido su continuidad. Dada esta situación, muchos de sus periodistas marcharon a trabajar para otros periódicos mientras que otros prefirieron quedarse para participar bajo la dirección de Emilio Romero en el que parecía que iba a ser el sucesor del periódico PUEBLO como diario de referencia: LA JAULA. Sin embargo, este proyecto fracasó, como lo haría el posterior intento del mismo Emilio Romero de resucitar EL IMPARCIAL

En 1982 se redujo la plantilla en un 42%, y después de una evaluación del caso y una toma de decisión definitiva por parte del Consejo de Ministros, el Gobierno recomendó el cierre de este periódico, hecho que se consumó el 17 de mayo de 1984.

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